Quienes escruten las rocas de la garganta verán el rostro de una anciana…

Las ciencias naturales explican que la formación de la garganta de Cavagliasco es similar a la de las «macetas gigantes». Hace unos cuantos diez mil años atrás, durante la era glacial esta región estaba cubierta por un imponente glaciar bajo el cual el agua de deshielo también cortaba incesantemente esta garganta en la roca. Desde entonces, fluyendo en forma de remolinos, el agua ha seguido esculpiendo la garganta, ha tallado las formas más extravagantes en el acantilado y ha hecho aparecer en la roca el rostro de una anciana…

La leyenda de los gitanos de Puntalta

En el texto del sacerdote Giovanni Vasella, se narra que en tiempos remotos una familia de gitanos, descendiendo por el valle, llegó al desfiladero de Cavagliasco. Tenían hambre y querían llegar al pueblo sin demora para encontrar algo que comer. Pero su decrépita madre se lamentaba, gimiendo, que no podía continuar porque estaba exhausta y cansada de vivir. Esto habría retardado su descenso hacia el valle. Los hijos enardecidos agarraron a la anciana madre y la arrojaron al precipicio. Antes de tocar el fondo, la madre maldijo furiosamente a toda la familia que miraba desde el borde del abismo. Entonces las rocas superiores del acantilado se desprendieron y arrastraron a los gitanos al fondo de la garganta. Se supone que esta leyenda se ha inspirado en el rostro de una anciana en la roca.