Se trata de un nuevo recorrido a través de la Garganta de Cavagliash, en el extremo sureste de la llanura de Cavaglia, caracterizado por sus extrañas formas producto de la erosión. Los visitantes pueden admirar las cavidades creadas por los remolinos, las macetas gigantes y los grandes acantilados salientes en forma de cuevas.

El sendero pasa debajo del puente del ferrocarril por encima de una pasarela dispuesta en ángulo recto respecto al puente ferroviario, desciende por algunos peldaños hasta alcanzar el nivel de la cúspide de los acantilados y desde ahí se prolonga horizontalmente por un tramo. Una secuencia de cornisas rocosas está apuntalada con pilares de mampostería, mientras que el paso a lo largo de estos pilares está sostenido por ménsulas. En el tramo sucesivo el camino permite observar las cuevas excavadas en la roca del flanco suroeste opuesto.

Mediante una serie de rampas los visitantes descienden a la garganta donde se abren nuevos escenarios.

Llegados al puente de la carretera hacia Puntalta se entra en una zona plana de bosque. A este punto, a través de una escalinata se llega al sendero del bosque que nos devuelve cómodamente al punto de partida del corto paseo.

El recorrido se realizó con mínimas intervenciones en el entorno. Para las estructuras se utilizó piedra local de modo que se integrase armoniosamente en la naturaleza.

Con este objetivo, la piedra se utilizó de diferentes maneras: desde los tradicionales muros de piedra seca para las estructuras de soporte, hasta las losas aserradas para el puente sobre el Cavagliasco. Además, el camino nos recuerda los múltiples recursos de la moderna industria de la piedra.